Caco Malako
A veces nos centramos tanto en nuestro propio ombligo, en lo que hacemos bien o mal, que no vemos más allá de nuestros propios ojos.
El cuento nos hace adentrarnos en cómo afrontamos nuestros defectos y virtudes, en todo lo que hacemos sin darnos cuenta, en esos hábitos y creencias que de forma intransigente no dejamos pasar a los demás, ni a nosotros mismos.
Todo defecto que vemos fuera, es fiel reflejo de todo lo que no nos gusta de nosotros mismos.